jueves, 24 de junio de 2010

¿Qué cómo comenzó todo esto?


¿Qué cómo comenzó todo esto? de una vivencia personal que voy a contarles ahora porque  quizás pueda ayudar a muchas personas a hacer un stop en el corre corre de la vida. Hace 7 años que tengo vitíligo (Despigmentación de la piel). La vida agitada, las pocas herramientas que tenía en ese entonces para manejar el estrés, las emociones, los pensamientos negativos, la falta de educación sobre una alimentación adecuada, la ausencia de ejercicios físicos, el exceso de  trabajo y poco descanso,  fueron los condimentos que hicieron de mí un territorio fértil que daba la bienvenida a cualquier enfermedad.

Antes del vitíligo
Puedo decir que “afortunadamente”  mi salud se había quebrado en mi piel. Y escribo “afortunadamente” porque  el único daño que ha ocasionado esta enfermedad en mí, es despigmentarme.  Pudo ser cualquier otra enfermedad, más grave, menos grave, pero en fin, era un campo fértil que decía: ¡Bienvenido! Y ésta fue la que, llegó.
Esta experiencia  fue muy impactante para mí en aquel entonces,  porque además de ser reflexóloga, soy cantante pero de nuevo ¨afortunadamente¨, porque fue  precisamente ese impacto lo que logró detenerme y hacerme reflexionar:   ¿A dónde voy con esta prisa?  ¿Qué lugar ocupa mi cuerpo dentro de mis actividades?, ¿Es el hacer nada más?, ¿Estoy seleccionando  los alimentos adecuados para beneficiar mi cuerpo, mi salud? ¿Estoy otorgándome momentos y espacios para alimentar mi espíritu?
… Resultado: ¡Fabuloso! La vida que hoy llevo y que me lleva a ejercer la reflexología y todo ese  asistir a otros  que están o han pasado por lo mismo que yo.  ¡Cambios profundos en mi estilo vida! Decidí hacer la búsqueda de información adecuada, diversas investigaciones, lecturas,  talleres de formación, cursos y capacitaciones que me ayudasen a dirigirme a donde quería, en base a lo que ahora valoro, entre otras cosas; la adecuada alimentación, la salud, la  armonía para estar bien y hacer con nuevas herramientas las cosas que deseaba.
Ahora hasta mi canto y la música se han trasformado. No sólo cumple la maravillosa función de llevar melodías, arte, expresión a todos nosotros; ahora es una herramienta consciente y poderosa de transformación humana, es terapéutica, sanadora, forjadora de sueños y de sensaciones armoniosas, pensada para crear bienestar a través de ella.






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